Columnas de vapor en la selva crean un panorama casi irreal. Y en el inmenso territorio del Amazonas hay muchos secretos que se han ido revelando paulatinamente. Uno de ellos es la leyenda del río humeante, llamado Shanay-Timpishka.
Este misterioso curso de agua se halla en medio de Matantuyacu, un área de retiro de sanación en la región peruana de Puerto Inca. El acceso al área es bastante complejo, por lo que el lugar se ha mantenido solitario por años y ha sido dificultoso para los investigadores llegar hasta allí.
Hoy te invitamos a conocer esta maravilla que la naturaleza tiene escondida en este rincón de Perú, y que es apta exclusivamente para los más aventureros.
¿Qué se conoce hoy sobre el río humeante?
Todo lo que hoy se conoce sobre este río hirviente es debido al trabajo del geólogo peruano Andrés Ruzo que, en conjunto con National Geographic, comenzó la exploración de esta zona del Amazonas peruano en el 2016, cuando logró obtener el permiso del chamán para ingresar al retiro y llegar hasta el nacimiento del río.
El nombre del río Shanay-Timpishka significa “hervido por el calor del Sol”. Tiene una longitud de 6,4 km, un ancho de 25 m, una profundidad de 6,1 m y la temperatura del agua está entre los 50° y los 94° grados centígrados.
El origen de este fenómeno es la geotermia, que no es más que el calentamiento de las aguas en profundidad que emergen en una parte determinada del curso del río, de manera que aumentan la temperatura en un trecho de aproximadamente 6 kilómetros.
Éste es el único sitio no volcánico en el mundo donde se da esta anomalía. Aparte de los datos geográficos y geológicos del río hirviente, hay algunos puntos curiosos sobre él que deberías saber.
1. La zona donde se encuentra el río está custodiada por el chamán Juan Flores, curandero ashaninka o vegetalista, que ejerce una terapia con plantas y bebidas alucinógenos, como la ayahuasca.
2. El número mágico es 47° centígrados; a partir de ahí, el agua comienza a “quemar”. Los charcos termales y las cascadas tienen cerca de 30 °C.
3. La leyenda cuenta que el agua caliente es creada por Yacumama, “Madre de las Aguas”. Este ídolo que los lugareños veneran y reverencian, se halla representado por una roca con forma de cabeza de serpiente que se localiza en el río.
4. La selva en torno a del río tiene una biodiversidad única y cuantiosa. En este espacio, se peuden hallar en cada metro cuadrado hasta más de 70 especies.
5. La temperatura del agua en algunas áreas es mortal. Los animales evaden acercarse a sus orillas y ni siquiera creas que puedes darte un baño, ya que acabarás con quemaduras de tercer grado.
6. Los habitantes del área conocen muy bien el río y la dinámica del agua, por lo que hay reconocidas zonas para tomar baños termales, lavar ropa y acumular agua para el consumo. Desde la fuente, el río inicia con aguas frías y luego se va calentando; esta dinámica se redunda varias veces por 6 kilómetros hasta que el curso del río hirviente converge en otra corriente de agua.
Viaje étnico y una experiencia impresionante
En la zona de Mayantuyacu se encuentra un Centro de Medicina Ashánika donde podrás formar parte de rituales de sanación y reuniones de ayahuasca, que, según los chamanes vegetalistas, te favorecen para conectarte con tu interior.
Algunos puntos del río hirviente es mejor obviarlas, aunque río arriba hay zonas donde existen aguas termales con temperaturas aptas para sólo baños terapéuticos. La experiencia en sitio es única, ya que podrás conocer cómo convive la comunidad junto del río, relajarte y disfrutar de un ambiente natural con aire puro y un contexto atemporal que invita a meditar.
Yuniet Blanco Salas