En los años 70 se cuenta una historia que un vehículo de Toyota salió fallado de la línea de montaje. Si, solo uno. Pero para el orgullo Japonés de aquella época era una maldición, por lo que desarmaron totalmente el auto y descubriendo una pequeña falla, que fue producto de un solo operario en la planta.
Cuando localizaron al operario, este dijo que ese día llego con una resaca ya que tuvo una fiesta la noche anterior. Sus jefes lo suspendieron por una semana.
A regresar el operario que cometió la falla, llego a la hora del almuerzo y ante los atónitos compañeros se hizo el “Harakiri” falleciendo al momento.
Así trabajaban en los 60, 70 y principio de los 80 en la mayoría de las fábricas japonesas. Pero la nueva generación cambio y esas milenarias costumbres de hacerse el Harakiri, paso de moda.
Si este masivo retiro de Toyota de ahora, hubiera pasado en los 60, más de uno se hubiera hecho el Harakiri. Pero vayamos al retiro que tiene en vilo al fabricante japonés.
La NHTSA anunció que Toyota está retirando del mercado 695,541 vehículos nuevos de Toyota y su división de lujo, Lexus, por una bomba de combustible que puede fallar y provocar que el motor se detenga, lo que puede aumentar el riesgo de un choque.
El conductor puede ser advertido de la falla por una luz de verificación del motor, o por el motor funcionando mal. Un impulsor en la bomba de baja presión en el tanque de combustible que suministra presión al sistema de inyección de combustible, puede deformarse si no se arregla.
Toyota reconoció en la documentación presentada ante la NHTSA, que el vehículo podría detenerse en raras ocasiones a velocidades más altas.
Es posible que el automóvil no arranque en absoluto o, a bajas velocidades, el vehículo puede detenerse.
Las versiones híbridas de los modelos retirados tienen un modo a prueba de fallas que no presenta un riesgo irrazonable para la seguridad, por lo que Toyota aún no los está retirando.
Por ahora el problema no tiene remedio, ya que aún se está desarrollando, lo que llevó a Toyota a emitir una orden de suspensión de ventas para evitar que los concesionarios Toyota / Lexus vendan los automóviles nuevos afectados que aún se encuentran en los lotes de los concesionarios.
Los vehículos en cuestión se fabricaron desde principios de agosto de 2018 hasta finales de enero de 2019.
Los modelos Lexus afectados incluyen:
2019 ES350 – 2018-2019
GS 200T / 350 – 2018-2019
GX460 – 2018-2019
IS 300 – 2018-2019
LC500 – 2018-2019
LS500 – 2018-2019
LX570 – 2018-2019
NX300 – 2018-2019
RC 300/350 – 2018-2019
RX350 – 2018-2019
Los modelos Toyota afectados incluyen:
4unner 2018-2019
Avalon 2019
Camry 2018-2019
Corolla 2019
Highlander 2018-2019
Land Cruiser 2018-2019
Sequoia 2018-2019
Sienna 2018-2019
Tacoma 2018-2019
Tundra 2018-2019
La orden de suspensión de venta es efectiva de inmediato. Los propietarios de los vehículos afectados serán notificados antes del 13 de marzo.
Una vez que se conoce el remedio, los vehículos se repararán de forma gratuita. Los propietarios que hayan pagado para reparar el vehículo recibirán un reembolso.
Para ver si su vehículo se ve afectado, visite www.safercar.gov o comuníquese con el servicio al cliente de Toyota al 1-888-27-9371 para obtener el número de retiro 20TB02 y 20TA02, o comuníquese con el servicio al cliente de Lexus al 1-800-255-3987 para obtener el número de retiro 20LB01 y 20LA01.